Rafael Martos, Director de Noticias de Almería entrevista a Manuel Rodriguez Illana.-Video-
Manuel Rodríguez Illana es doctor en periodismo, también licenciado en Psicología, y profesor de Lengua Castellana y Literatura en un instituto de Sevilla, además de autor de varios libros, siendo el último “Por lo mal que habláis” (Editorial Hojas Monfíes), en el que aborda el “supremacismo” con el que se denigra el modo de hablar de los andaluces.
Booktrailer del libro “Por lo mal que habláis. Andalofobia y españolismo lingüístico en los medios de comunicación” de Manuel Rodríguez Illana. Editado por Hojas Monfíes.
‘Por lo mal que habláis’ es un análisis mediático sobre la estigmatización del andaluz y el nacionalismo lingüístico español. El volumen supone un estudio crítico de los discursos hegemónicos difundidos por los medios de comunicación en torno a las lenguas en general y el andaluz en particular.
Hojas Monfíes
publica ‘Por lo mal que habláis’, un análisis mediático sobre la
estigmatización del andaluz y el nacionalismo lingüístico español
El
nuevo volumen editado por la editorial andaluza supone un estudio crítico de
los discursos hegemónicos difundidos por los medios de comunicación en torno a
las lenguas en general y el andaluz en particular.
El
nacionalismo de Estado en su vertiente lingüística encuentra en los media un poderoso instrumento de inculcación de sus presupuestos fundamentales, de
acuerdo con los cuales las lenguas y variedades diferentes al castellano
(transmutado mágicamente en “español”) son inútiles, empobrecedoras,
fragmentadas y motivo de aislamiento y marginación. En lo que a Andalucía se
refiere, esta doctrina etnocida se concreta en difundir la idea de que el
andaluz no existe o se reduce a una pintoresca deformación fonológica del
castellano originada por nuestra inherente pereza al pronunciar, poco apta para
situaciones ‘serias’ (aunque muy adecuada para el chiste y el chascarrillo), especialmente
dividida en infinidad de variantes y cuya puesta por escrito supone un
aberrante y ridículo atentado contra la unidad esencial de “la lengua común”. Por
lo mal que habláis. Andalofobia y españolismo lingüístico en los medios de comunicación (título que reproduce la expresión literal de un famoso literato y exdirector
de la RAE en alusión a la población andaluza) constituye, a lo largo de sus más
de cuatrocientas páginas, una minuciosa compilación de todo este discurso
mediático que desmonta sus mitos a la luz de las aportaciones realizadas por
destacadas personalidades de la Lingüística moderna.
La persona andaluza se caracteriza por dedicarse casi invariablemente al trabajo sexual y doméstico. Es estadísticamente probable que sea toxicómana y provenga de ambientes marginales. También es maleducada, tramposa, holgazana, caradura, superficial y deliberada y vocacionalmente ignorante. No sabe hablar y de hecho le costará la misma vida aprender idiomas porque tiene pocas luces, en general. Eso sí, está genéticamente preparada para soltar un chiste en cualquier momento. No soporta al catalán, separatista e insolidario por naturaleza, que no quiere compartir su riqueza con las/os andaluzas/ces que tanto han contribuido a levantar su tierra. Porque todo/a buen/a andaluz/a es ante todo, español/a, como dios manda (tan español y moderado como lo era Blas Infante). Por eso lleva con orgullo que toda una duqeusa de Alba haya elegido nuestra “región” para fijar su residencia. Este es el dibujo que del pueblo andaluz hacen los medios sistemáticamente. Con todo, siendo un hecho negativo, no es lo peor. La parte más triste se deriva de que son, precisamente, andaluzas/ces dedicadas/os al humor en sus diversas vertientes (actores y actrices, monologuistas, guionistas, dibujantes) las/os que contribuyen a perpetuar tales estereotipos.El español sonriente. Humoristas al servicio de la colonización de Andalucía es un breve repaso de quiénes son cómo lo hacen.